EL DIÓXIDO DE CLORO (ClO2)


Es un gas más denso que el aire (a temperatura ambiente), de color amarillo y soluble en agua, su molécula está compuesta por un átomo de cloro y dos de oxígeno y sus principales características son:

·         Peso molecular                                                             67.457
·         Punto de fusión                                              –59°C
·         Punto di ebullición                                         +11°C
·         Temperatura critica                                       153°C
·         Tensión vapor a  0°C                                     490 Torr

El dióxido de cloro es un excelente agente bactericida, microbicida y alguicida, además de respetuoso con el medio ambiente. Se trata de un oxidante selectivo que ataca tanto las bacterias planctónicas, como sésiles, desinfecta superficies y reduce rápidamente las biopelículas que suelen formarse en las redes de distribución, estando totalmente contrastada su efectividad contra bacterias, esporas, virus y organismos patógenos resistentes, como es el caso de la Legionella, quistes amébicos, Giardia, E. Coli, y Cryptosporidium y virus de la hepatitis, entre otros.
Es también un óptimo producto para el control de corrosión, incrustaciones y depósitos, de tuberías y tanques de almacenamiento, aumentando así su duración. Se utiliza principalmente en la desinfección de aguas potables, residuales e industriales, para el control del crecimiento de algas en los procesos industriales y para tratar el agua de los sistemas de refrigeración.
El ClO2 es un fuerte oxidante, pero no clorante y por lo tanto, produce poquísima cantidad de subproductos clorados por reacción con trazas de sustancias orgánicas (no forma trihalometanos).
En varios países como Estados Unidos, Alemania o Reino Unido, el dióxido de cloro es el sistema de desinfección más utilizado en aguas potables y la mayoría de los expertos reconocen que el ClO2  es actualmente el mejor desinfectante para este sector, además en el Reino Unido, el ClO2  ha sido recomendado por la Building Services Research and Información Association (BSRIA), como la mejor tecnología disponible para el control y la prevención de la legionella en los sistemas de agua de refrigeración.

PRODUCCIÓN DEL DIÓXIDO DE CLORO

El dióxido de cloro es un gas relativamente inestable y no puede ser comprimido, ni licuado. Por este motivo, es indispensable su producción directamente en el lugar de utilización y su disolución en agua, para ello existen en el mercado varios sistemas para su generación, siendo el que se obtiene  a partir del clorito sódico  y ácido clorhídrico el más usado en el tratamiento de las aguas. La razón de ello es la sencillez de su funcionamiento, la facilidad de encontrar los reactivos en el mercado y su bajo coste.


Este sistema de producción, que utilizan nuestros generadores de dióxido de cloro, tiene las siguientes ventajas:

·      Consigue una elevada precisión, gracias al empleo de bombas dosificadoras que dosifican los reactivos de modo volumétrico.

·         Las bombas dosificadoras electromagnéticas en modo particular, permiten efectuar dosificaciones muy pequeñas, optimizando su empleo, incluso para producciones muy bajas y con elevada precisión.

·         El control de la cadencia de trabajo, permite además, modificar la producción instantánea en tiempos muy breves, adaptándola rápidamente a las variaciones del requerimiento de producción de dióxido de cloro.

·         Capacidad de las bombas dosificadoras de aprovechar la aspiración negativa, evitando por tanto los problemas generados por un batiente hidrostático positivo, mencionados anteriormente.

·         Es la mejor opción como desinfectante actualmente existente en el mercado, así como la más eficaz para
      eliminar la posible presencia de legionaria, (legionella).

EJEMPLO DE ALGUNOS DE NUESTROS GENERADORES INSTALADOS









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